9 de enero de 2009

Cómo viene el verano

Caliente. Eso seguro. Y para sobrellevarlo, nada mejor que leerse algunos buenos libros.
Mi plan de lecturas de este veranito no está del todo definido aunque hay ciertas cosas que estoy leyendo y que leeré en breve.
Por el momento ando entusiasmadísimo con Entre hombres de Germán Maggiori, novela policial negra que trasciende a Ellroy (el libro, desde la contratapa ya es elogiado como la mezcla perfecta entre Ellroy y Arlt, algo con lo que no concuerdo en absoluto) ya que es asquerosamente más violento y salvaje en cuanto a trama y contenido. Quizás podría pensarse que el American Dog, después de todo, es yanqui y tiene ese orgullo nacional propio de su gente, por lo que si bien hace relatos descarnados acerca de la corrupción policial, tiene el límite de dotar a esos policías de cierto heroísmo, trágico o martírico. En Maggiori la Policía Bonaerense, la Federal o la SIDE no puden adquirir mucha altura de heroismo porque sencillamente todos sabemos lo que opinamos en general sobre estas instituciones. Así es que sus protagonistas, faloperos todos, torturadores, asesinos, pesados, ex capos de la Dictadura, fascistas irredimibles, pululan por un Buenos Aires y conurbano devastado por la merca barata cagada por mulas bolivianas y te da un buen sacudón a la modorra del calorcito, el asadito y la pileta del domingo.
Y si bien no hay posibilidad de simpatía con casi ningún personaje de la novela, se traga de un saque.
Esta novela se consigue ocasionalmente en saldo a un precio que varía entre los $4 y los $8 en la librería La Cátedra (Corrientes 1620) y debo reconocer que tardé en dejarme convencer de la necesidad de leerla, pese a las insistencias de J. y luego también, las de Mario (Un buen tipo).

El policial nuestro de cada verano.

Hablando de mi amigo Mario (Un buen tipo), por suerte antes de irse de vacaciones hicimos intercambio de libros y me prestó la monumental biografía en dos tomos de Adolf Hitler escrita por Ian Kershaw. Una maravilla de la que sólo leí la introducción y el primer capítulo (unas 50 páginas de las 700 del primer tomo) y que realmente promete ser de lo más interesante para este verano. El precio actual del libro lo desconozco, él me comentó que en su momento había pagado pre-inflacionarios, pre-devaluados $80 por los dos tomos en tapa dura de Península.
Espero que me nutra de mucha información innecesaria de esa de la que nos encanta luego presumir para impresionar chicas ingenuas, quedar bien en reuniones sociales o redactar artículos en Wikipedia, como por ejemplo el dato de que Hitler era presunto hijo incestuoso de primos segundos.
Sigo leyendo Meridiano de sangre de Cormac McCarthy pero creo que lo sigo sólo porque no me permito abandonar ningún libro.
Reconozco la genialidad de la escritura, pero creo que tiene una frialdad que sería mejor para un tiempo más templado. De todos modos tiene pequeños destellos de magia que me convencen de seguir leyéndolo como cuando dice que a tal personaje lo matan y simplemente describe que “le metieron una bala en el seso”. ¡Esa es una buena descripción de una muerte!
También sigo entusiasmadísimo con The Other Hollywood, una historia oral de los inicios de la industria pornográfica yanqui que está muy interesante aunque a veces se haga un poco monótona o aburrida. Pero me dio varios datos más que innecesarios como por ejemplo mucha información sobre Linda Lovelace y Chuck Traynor (su pimp), el loop que ella filmó teniendo sexo con un perro, los pormenores de la filamción de Deep Throat (que me entusiasmó tanto que me hizo conseguirme el muy recomendable documental Inside Deep Throat) y también claro, detalles sobre la vida y obra de John Holmes, los asesinatos de Wonderland Avenue (bien ellroyiano por cierto), la increíble marca del dueño de un club swinger de New York que en una sola noche podía tener 15 relaciones sexuales seguidas y le ganó, demostrándoselo en vivo, una gran apuesta a los capos de la mafia.
Hablando de porno, Hardcore de Linda Williams es absolutamente revelador y me mantiene bien entusiasmado. Lo leo cuando puedo en el laburo.
Y de los libros a medio leer me queda mencionar El método de Neil Strauss. Una crónica absolutamente inncesaria sobre los grupos de autoayuda para conquistar minas que pululan por internet. Poco interesante, lleno de galleguismos y sin brindar información relevante, lo voy a terminar porque ya leí más de la mitad y no me gusta abandonar libros.
Respecto de los últimos libros que leí puedo decir que fueron todos geniales: El desierto y su semilla de Barón Biza, Villa de Luis Gusmán, El año del desierto de Pedro Mairal y La argentina fascista de Federico Finchelstein que me asustó tanto con su información (Argentina es, fue y será un país fascista) que me dieron muchas ganas de irme de acá y pronto.
Todos estos libros se ubican dentro de lo mejorcito que leí en los últimos tiempos y son sin dudas muy recomendables.


Los libros tienen vida. ¡Esto en el nuevo blog de Zunini no se consigue! Leyendo en el bar El desierto y su semilla de Barón Biza me pasó algo que nunca me había pasado hasta ahora: se me volcó el cortado arriba del libro. Justo de éste donde la trama gira alrededor del ácido desfigurante que le tira en la cara el padre del narrador a su madre. El libro, como se ve, quedó desfigurado itself.

En mi mesa de luz se acumulan clásicas deudas pendientes: Rojo y negro de Stendhal, La taberna de Emile Zola, Rayuela de Cortázar, Antología del decadentismo y otras deudas no tan clásicas pero que me entusiasma la perspectiva de leerlas (al menos para enflaquecer las pilas de libros que ocupan la mesa): Los cuatro peronismos de A. Horowitz, El judaísmo y la Semana Trágica del nazi Rivanera Carlés (este porque quiero ver si escribo algo respecto del libro).
Para una monografía tendría que leer Tragamonedas el nuevo de Viviana Lysyj (me gustó mucho su anterior novela: Piercing pero llegué a detestar su primer libro de cuentos: Erotópolis: Erotic Rocks) y claro, tengo todos los libros que me fueron pasando. Pronto empiezo el de Sonia Budassi y le tengo muchísimas ganas al de Pola.

Ayuda pero no convence. Pese a que esta sea la foto de la autora de Erotópolis en la edición de Ediciones de la Flor, el libro no me convenció. Le tengo más fé a Tragamonedas.

Y además siempre me agarra algún tipo de locura por leer cualquier otro libro que haya quedado pendiente en mi biblioteca. Hoy, en este momento, me muero por leer El bacalao, una especie de anti-biografía de Pablo Neruda (escritor que detesto por cierto).
También hay un par de libros en mi mochila que tengo que leer por laburo y ver si me consigo otros más, también por laburo (no voy a adelantar nada de estos libros).
Sin embargo no sé si no voy a llegar a casa, pasear por mis libros pendientes y encapricharme con algún otro.
¿Cómo viene el verano? Sin dudas bien lleno de lecturas.


UPDATE 0.56 hs del sábado: Olvidé mencionar un libro importantísimo que lo reservo para leerlo junto con mi estudiante de letras favorita: "Mi madre, Yiya Murano" de Martín Murano. ¡La biografía no autorizada de la Envenadora de Monserrat!

¡Esa mano está muerta! Nótese el detalle, característico de toda esta colección noventista de Planeta: la mano medio cadavérica, bien biopolítica la ilustración de tapa.

7 comentarios:

Cassandra Cross dijo...

Por acá ya nos estamos peleando por la proporción de mochila que corresponderá a libros en las inminentes "vaganciones", ya que tenemos la desgracia de tener muchos pendientes, y casi todos voluminosos.

Salut!

MÓNICA ADRIANA dijo...

Puedo ser tu mamá, por eso no coincidimos en todo:p.ej. Neruda, al que amo.
El que estoy leyendo es excelente El corazón helado de Almudena Grandes.
Rojo y Negro es imperdible, lo mismo Madame Bovary

Drodro dijo...

Yo recién empecé La Bestia Debe Morir, para despues no me fijé bien, tengo para elegir, hasta que llegue el momento de preparar española, ahi supongo que me leere las Novelas Ejemplares enteras, estan buenas.

Cecilia Maugeri dijo...

in-cre-í-ble yiya!!!
cómo anda tanto tiempo?!
acá paso a dar el presente a ver si nos ponemos las pilas!!!!
Besotesssss
feliz añoooo!!
Ce

Cecilia Maugeri dijo...

ahí te agregué en mi lista de mostros!!
Muaaaaaaaks!

Palabrascromáticas (Cintia Rogovsky) dijo...

Entré de casualidad a tu blog, ya ni sé cómo de la cantidad de páginas que voy abriendo. Me resulta muy interesante. Te felicito.

Ezequiel M. dijo...

Tragamonedas... mmmmmmh