20 de junio de 2009

Algunas pocas apreciaciones acerca de Preacher

Temas sobre los que siempre quiero sentarme a escribir una ponencia:
- Una introducción a los Porn Studies.
- Un ensayo sobre Preacher.
- Una mongorafía sobre Rocky “The Italian Stallion” Balboa.
Y la verdad es que nunca supe bien como encarar la segunda opción. Hasta hoy.
Pensé lo siguiente:
- Odio los superhéroes que tienen superpoderes (como punto de partida base).
- Odio los superhéroes que tienen esos superpoderes porque son extraterrestres (es decir, odio a Superman).
- Odio aún más los superhéroes que tienen sus poderes gracias a la Magia (odio a Doctor Strange y a Zatanna, aunque ella me cae un poco mejor por su pose pinupera).
Entonces, básicamente, odio a los superhéroes. Menos a los Watchmen. Y a Batman, obviamente. Y los cuadros grandes de los Marvel Boys (X-men cuando no se van demasiaaaado al carajo con poderes raros, Spider Man, Daredevil, y un par más).
Y después tenemos a Jesse Custer. Medio redneck, hijo de un veterano de Vietnam, criado por su abuela psicótica y su bunch of freaks, vio como mataban a su padre frente a sus ojos, fue encerrado en un ataúd de pequeño y arrojado al fondo de un lago por su propia abuela… en fin. Un caso directo para el Borda.
Sin embargo, es uno de los mejores superhéores contemporáneos o casi contemporáneos (Yorick Brown de Y: The Last Man, no sé si es “superhéroe”. ¿Cuál sería su poder? ¿No haberse muerto?).
Encontré una buena punta para desarrollar una monografía. ¿Por qué Jesse Custer, un predicador evangelista de Texas es uno de los mejores superhéroes que ha dado el cómic y uno de los más revolucionarios también?
La respuesta es compleja y ameritaría la monografía.
Algunos esbozos entonces:
Jesse Custer tiene un solo poder: tiene La Palabra de Dios. Es decir con tan solo dar una orden obliga al que lo escucha a cumplirla. ¿Un héroe fascista? Todos lo son. Además, lo interesante es que cuestionando a Jesse se cuestiona a Dios.

Si se calienta este flaco, se te pudre el rancho hermano.

Preacher plantea que Dios se ha ido de su trono celestial y entonces queda Jesse que lo va a buscar. No hay que ser niesztcheano de la primera hora para darse cuenta que él, teniendo encima la Palabra de Dios, es Dios. Tiene el poder más groso de toda la creación y al mismo tiempo no deja de ser humano.
Hay un punto clave de la historia de Preacher y es cuando la matan a Tulip. Es el único momento en el que Dios se hace presente, habla con su Hombre en la tierra y revive a su novia. Sólo porque es Dios y puede hacerlo.

Por más super-guacho que seas, ver como le meten un tiro en el seso a tu novia, no está bueno.

Queda clara la diferencia. Jesse no es Dios. No es Jesús tampoco. No puede propiciar milagros. Simplemente puede hablar y hacer cumplir su palabra.
Es interesante ver como Ennis se las ingenia para manejar con cautela este gran poder de Jesse. Bien podría resolver todos sus problemas usando la Palabra de Dios y la novela gráfica se terminaría en dos minutos. Pero Jesse casi no la usa. Sabe que la tiene, la puede emplear, pero no la usa.
El Superhombre. El hombre que es Dios porque Dios se ha retirado. Y ahora es literal. No ha muerto (todavía…) pero se fue. No está en su trono. Desapareció. Chau, arréglenselas ustedes en la Tierra.
Otro momento clave es cuando Jesse le dice a Cassidy “Abomination”. Claro, el tipo es un vampiro y verlo en acción espanta al buen pastor.
Pero se arrepiente y acepta a su amigo como es: como un psicótico chupa sangre, individualista y egoísta. Un Dios que no juzga, un Dios que abre sus brazos. Lo único que lo encabrona es encontrar a ese tipo que dejó su trono celestial.
Preacher por todo esto es el superhéroe más inteligente y acabado: no recibe sus poderes de accidentes nucleares, ni por trajes estrambóticos, ni los tiene de nacimiento por ser extraterrestre y seguro que nunca en su puta vida le interesó la magia.
Jesse Custer sufre, su cuerpo se modifica: pierde un ojo, se pelea con su novia, es medio garca, es un ser humano como cualquiera. Un Superhumano. Un superhombre. La evolución del hombre. Y tiene un poder, tiene el poder de la Palabra de Dios.
¿Copado no?

5 comentarios:

Pazchi dijo...

Quiero más info... una monografía sí señor, completita...

saludos!

Paz

Anónimo dijo...

Preacher debe ser uno de los pocos comics que leí en dos o tres sentadas, casi sin hacer pausas entre ellas, como normalmente hago cuando leo cosas largas, dejandolas reposar un tiempo y después retomando.

Tiene un ritmo muy bueno, y los pequeños arcos argumentales se van conectando de forma muy natural uno con otro, lo que lo vuelve adictivo y muy ameno de leer.

También debe estar entre lo mejor que escribio Garth Dennis, con la excepción tal vez de algun que otro comic de Hellblazer.

Drodro dijo...

Uh, ya quiero leerlo!

Anónimo dijo...

Ojo con las citas a Niezscthe. Ser super hombre no es matar a Dios para ser Dios, ya que si fuera así ¿para que matarlo en un principio? Ser super hombre -y yo no temrino de entenderlo- es algo así como superar a Dios, demolerlo, y demoler la "moral" que impera en la filosofia y en el "logos" de occidente. Entonces, si el super-hombre fuera Dios estaría de nuevo filosofando con la moral y no sobre ella. Eso sería estar "más alla del bien y del mal" en términos Niezstcheanos. lo que pasa es que Nietzsche debe ser uno de los pensadores más mal citados de la historia, todos hablan de Nietszche pero casi todas esas citas no tienen nada que ver. COmo cuando se habla del eterno retorno etc.

de resto, se ve interesante la monografía, y nunca en mi vida había oido hablar de ese super heroe.

buena suerte

camilo palabra

http://camilopalabra.wordpress.com

Drodro dijo...

A mi me parece bárbaro "leer mal" a nietzche si de ello sale un comic (o lo que sea) con onda. Ahora, si te sale Superman... bue... ni si quiera te pagan despues.