14 de agosto de 2009

Zombies nazis


Mis expectativas con Dead Snow eran altas. Desde que descubrí la fascinación que me genera investigar la explotación del nazismo y el neonazismo en la cultura popular (nazisploitation) a partir de pensar una monografía para la facultad, no puedo dejar de consumir productos culturales que incluyan nazis.
Entonces cuando en el videoclub vi la cajita de una película que prometía incluir zombies nazis, motosierras y gore, decidí que se ajustaba a mi nueva obsesión momentánea.
Pero me decepcionó. La película, noruega y de este año, plantea una trama básica pero funcional donde un grupo de chicos y chicas deciden pasar unas vacaciones en unas montañas nevadas, alejadas de todo rastro de humanidad, haciendo deportes extremos y teniendo sexo en el baño que comparten. Después llegan los zombies, hacen un festín de sangre y títulos finales. La descripción es la de cualquier otro producto de zombies sólo que hablado en Noruego y con menos exhibición de senos que cualquier película Clase B más o menos conocida (aunque reconozco que no es mi fuerte este género). Pero el atractivo con el que juega es precisamente con el hecho de que esos muertos vivos son soldados del Tercer Reich vueltos a la vida y ahí es donde me interesa el asunto.
El hecho de que estos zombies lleven (algunos pocos) el brazalete con la svástica y los uniformes de las SS o de soldados rasos no modifica en absoluto nada que tenga que ver con la trama. Podrían ser zombies nazis como zombies argentinos o zombies noruegos no-nazis o lo que sea, porque en definitiva no hay nada que los distinga como nazis más allá de su uniforme. Un personaje secundario da una explicación bastante básica diciendo que en esa zona un grupo de soldados alemanes de la Segunda Guerra se había exiliado luego de ser expulsados de un pueblo ocupado, robándose en su huída joyas de sus ocupantes. Los chicos descubren una cajita con las joyas, la desentierran, se las roban y por eso los nazis retornan de la tumba para proceder a descuartizarlos (y parece ser que acá es el único momento donde la película intenta aprovecharse de la identidad nazi de sus zombies) con formas de tortura bastante brutales y sanguinarias. La identificación de lo nazi como posibilidad de un mal absoluto y absurdo está puesto en estos pequeños episodios y retoma la tradición histórica clásica de entender al nazismo como un grupo de maniáticos fanáticos de la sangre en vez de indagar en sus significados más profundos. En ese sentido podría decir que funciona la idea de nazis zombies porque por principio, los zombies son encarnaciones de un mal absoluto sin razón (no tienen cerebro, buscan consumirlo). Pero están tan despersonalizados esos zombies que incluso tienen la excusa de levantarse de sus tumbas para recobrar las joyas robadas (lo que me parece la peor excusa dada a un zombie ever). La película que se permite ciertos guiños cómplices al género y un poco de metarreflexión y humor, parece achacarse y no ir a fondo: ¿Por qué no se levantaron los nazis porque olieron que había judíos entre los chicos? por ejemplo. Y sin dudas lo más vergonzoso es que en ningún momento (ni siquiera en el que lo esperaba como espectador con toda la expectativa) los zombies nazis hagan el saludo imperial romano a Hitler.
Entonces la película encuentra una justificación para estos zombies en la codicia. Si le iban a buscar una excusa a lo dificil de excusar como el nazismo y el zombismo, es bastante claro que podían haberle encontrado una vuelta un poco más interesante.
El lunes pasado discutíamos con el Conejo acerca de las dificultades de transitar toda esa cultura Pop que nos nutrió de niños y adolescentes en los años de la posdictadura, con la emergencia de la Globalización y trasladarla a una literatura Argentina que tuviera sentido y no fuese una mera rerpoducción de una estructura como una carcaza vacía. La respuesta que encontramos es aprovecharse de esos elementos que nos constituyen pero dándoles una vuelta política y convertirlos en motivo de intervención desde la literatura.
Exactamente lo contrario de lo que hace Dead Snow.

Calificación: 5/10 Rufiancitos.

P.D.: Me comentó mi amigo el Outsider que hay otra película con zombies nazis: Outpost. Voy a ver si la veo. Espero que sea mejor.

10 comentarios:

Balaoo dijo...

Dos más: zombie lake y Shock waves que es buena deendeveras.

S.F. dijo...

Por las dudas, yo no veo más films de zombies nazis.

Me quedo con el blaxploitation y su adaptación a la antropo.

ajsoifer dijo...

Daaaale! Una peli más de zombies... daaale.

Alcácer dijo...

Yo te avisé...

ajsoifer dijo...

Sí, sí, ni hablar, pero necesitaba comprobarlo yo mismo.

Ezequiel M. dijo...

En eso el cine clase B tiende a ser sabio. El punto fuerte de todas las películas de George Romero es precisamente: ellos son nosotros y nosotros somos ellos.

Pazchi dijo...

No soy fanática del cine clase B. La única peli de zombies que me interesó es Shaun of the dead, por ser una parodia humorística.

Pero siempre es bueno tener sobre aviso cuáles NO debo mirar. Gracias =)


Un saludo

Paz

Eric dijo...

Con zombies no, y es bastante peor que esta, pero al menos para despuntar el vicio está La bestia in calore, una bizarrada italiana con nazis, erotismo barato y un gore impresentable. A mí me divirtió mucho, pero buena... no es.

S.F. dijo...

Bueno, pero todos sabíamos que nos enfrentábamos con cine clase B. No le pidamos grandes reflexiones, veamos ese cine un sábado de invierno por la noche con chocolate en mano, mantita y el gato al lado.

Hay que ir a ver Un pedo del carajo. Y otras que suenan interesantes son Cous cous y La ola.

Alcácer dijo...

ThinkPinkFink: zombies matan bodrios como Cous Cous. Y al buen cine no hay que pedirle grandes reflexiones, eso es garantía de qualitè.