10 de enero de 2007

La música que escuchan todos


Podría decir que no me gusta la cumbia, ni la tonada, ni el cuarteto ni la mayor parte de la música popular que se escucha y suena en radios, reproductores de Mp3 y demás antigüedades de policarbonato plástico (lease CD).
Pero sería la forma fácil, reaccionaria de hablar de este asunto.
Prefiero demostrar que lo mío no es de reaccionario sino, del orden del sentido común.
Cuando en un omnibus que se presta a recorrer varios miles de kilómetros durante casi 12 horas, va atestado de gente y no funciona el aire acondicionado, hay ciertos comportamientos que, creo, deberían quedar reservado para la estudiantina de un viaje de Egresados.
Cuando la guía del grupo pregunta: ¿Quieren escuchar música? y sólo un grupo de 4 energúmenos que se conocieron hace menos de una semana y creen que el viaje que están realizando los unió y los unirá para siempre (intercambio de teléfonos y de invitaciones a ir a su casa cuando gusten, que quedarán, indefectiblemente en el puro palabrerío una vez que se disipe la niebla de la excitación turística) gritan: ¡¡¡¡Sí!!!! y el resto de los viajeros dicen que no, o hacen un gesto negativo con la cabeza o se ven obligados a callar para no contradecir el espíritu festivo y ser vistos como "amargos", ese momento es algo así como los microfascismos de los que hablaba Link en su blog.
La imposición por la fuerza del "no seas amargo", de la voluntad de unos pocos es lo que calla las voces disidentes porque la mirada reprobatoria, el comentario soez y llegado el caso la violencia física o la imposibilidad de sostener un viaje largo ante un continuo atosigamiento de la gente "Buena onda".
Son esos momentos en los que ser disidente es siempre dificil, porque, ¿A quién puede no gustarle escuchar y cantar a los gritos "El Bombón asesino" cuando está de vuelta de un viaje agotador?
En la mentalidad de los festivos, sólo a un amargo (equiparable a un ser que no entiende el sentido oculto de una vida llena de placeres mundanos) puede ocurrírsele que alguien puede preferir la conversación calma, la siesta obligada por el cansancio, la cena en paz o lo que le venga en mente que no moleste al vecino. Comportamiento civilizado diría un reaccionario.
Entonces, como en el fútbol, por culpa de los inadaptados de siempre, la mayoría debe bajar la cabeza y dedicarse a que le canten en la oreja a los gritos y aplaudan y aullen.
Pero si yo me quejo, soy un amargo y un reaccionario. No me queda otra opción que bajar yo también la cabeza, esperar que la juerga termine pronto mientras las palmas suenan a mi alrededor, conformarme con la cara de simpatía de la guía que cuando ve mi expresión dice: Parece que no todos quieren escuchar música... y mascar la bronca mientras pienso que, evidentemente, se trata de cosa de negros.
Como decía Cristian Aldana al comenzar a cantar "La música":
La cumbia es una mierdaaaaaaa!

Pero no, yo no digo eso, yo no soy un reaccionario.
Me conformo con decir, volviendo a seguir a El Otro Yo:

La música que escuchan todos Yo no la escucho Y está sonando...


P.D.: Estoy de vuelta...

6 comentarios:

Strawberry Fields dijo...

Quiero corregirte...peor es cuando Nadie, absolutamente nadie le pregunta a los energumenos q viajan con uno si quieren o no escuchar musica (para eso se invento el mp3, discman o hasta el nunca olvidado walkman)y los fucking desubicados que nunca se fueron de viaje de egresados dicen de la nada: "Ehhhh pone musssica, algo divertido loco!!!" y los boludos del micro sin saber que hacer condenan a todo el pasaje poniendo el Bombon asesino....
IN SO POR TA BLE!
un viaje de 13 hs con 4 boludos haciendo palmas y chiflando atras tuyo es terrible!
Realmente prefiero pecar de amarga y q me miren con mal cara a hacerme la "copada" y hacer palmas al ritmo de esa gente mientras vacian la bandejita de salchichon primavera q dieron en el micro...
Si si señores...sere amarga

Giorgio Novalgina dijo...

jaja, tengo miles de anécdotas de cosas así...
odio a la gente festiva, odio la arenga chabacana de la masa, odio el comportamiento adolescente, odio a la gente amistosa, a la gente simple (feo en la gente grande, pero ciertamente detestable en la gente de treinta y pico, oficinistas, etc) que se hace amigo de cualquiera pero en el fondo viven en la más triste soledad y en relaciones superficiales, odio los tours, el clima de los tours, odio a los matrimonios q van a esos tours, odio a las cuarentonas que toman clases de idiomas y creen que sus compañeros de cuatrimestre son algo así como su grupo de amigos... etc etc.

Anónimo dijo...

Lo inútil de ser snob incluso ante gente verdaderamente irritante y estúpida como la descrita en el post, es que siempre va a existir alguien más que lo podría discriminar a uno de la misma forma.
Es decir, el snobismo es una cadena, y tal vez para alguna gente, vamos a parecer vulgares, ridículos, pretenciosos, diletantes, o simplemente incultos porque no hemos leído tal cosa, o no hemos visto tal película etc. En realidad es una cadena infructuosa de inseguridad y estupidez.Pienso que lo necesario es buscar nuevos "modos de ser" que rompan esta lógica

Strawberry Fields dijo...

Giorgio,adhiero a vos con respecto a la gente de los tours, el comportamiento adolescente (sobretodo en la gente de 30...)y detesto sobremanera a la gente q apenas te conoce te llama por el diminutivo de tu nombre o te dice "negrita, amigo" o cosas por el estilo....!!!!!!

Siempre va a ver gente dispuesta a criticarnos o gente q este en el punto justo para ser criticada...por lo que sugiero estar siempre preparados para lanzar la critica primeros ;)

Ruth dijo...

Rufián: A-do-ré. En el caso que esta palabra tan superficial se permita en un blog tan serio.

Andrés Aloy dijo...

en un viaje reciente que hice de Puerto Pirámides a Las grutas me hostigaron en el micro con un cd entero de Bersuit a mucho volumen y un ¿concurso? que rifaba no sé qué cosa, que también era estrenduoso.

Ese eslogan y esa canción de El Otro yo sí que son una mierda. Además me parece que cuando hizo ese tema el señor Aldana, él mismo estaba haciendo "la música que escuchan todos"