24 de agosto de 2007

Literatura barata V

De dónde vienen, por qué vienen y a dónde van los libros de saldo


¿Por qué los libros caen en saldo? La respuesta es bastante simple aunque me imagino que mucha gente nunca se lo preguntó o indagó al respecto.
Los libros caen en saldo porque pasado determinado tiempo que las editoriales consideran crítico, el libro no alcanza los niveles de venta esperados en las librerías.
Pasado ese tiempo, los libros no vendidos en la librería y dados en consignación vuelven a la editorial y se suman a las cajas llenas de más ejemplares del libro que estaban listas para ser distribuidas por esas mismas librerías si el libro se hubiese vendido.

Es simple, un librero recibe los libros de las editoriales en consignación por un período de tiempo. Una vez expirado ese período, los libreros deciden, dependiendo del volumen de ventas que haya tenido el libro en cuestión, cuántos ejemplares encargar (esta vez comprándolos) a la editorial. Si el libro no vendió en el período de consignación, ningún librero más o menos previsor pensará en encargar y pagar más ejemplares de un libro invendible. A menos que hablemos, claro está, de los long-sellers. La forma en que la industria editorial ha dado en llamar a los clásicos. Libros que siempre tienen un público, que siempre van a ser requeridos.
En la Biblioteca en la que trabajo (“Biblioteca popular Alberto Gerchunoff”) siempre llega gente pidiendo por ejemplo El Quijote, el Martín Fierro, Rosaura a la Diez, alguno de Primo Levi o El juguete rabioso.

Armarse de un buen y variado stock para un librero debe de ser una de las profesiones más difíciles y lo siento cuando todos los meses tenemos en la biblioteca un presupuesto de aproximadamente $1000 para comprar libros.
Siempre surgen las mismas preguntas: ¿Qué comprar? ¿Libros populares del momento que van a interesar al público de la biblioteca inmediatamente o clásicos y libros un poco más serios que seguramente dormirán el sueño de los justos en el exhibidor o los estantes hasta que alguien los desempolve?
Es un dilema que no tenemos resuelto en especial porque la Biblioteca no tiene una especialización (aunque debiera según queda establecido en el Artículo 1º de los Estatutos de la Sociedad Hebraica Argentina de 1926 que dice en su inciso c): Formar una biblioteca con especialización en estudios argentinos y judíos;).
El problema es que siendo una biblioteca inserta como apéndice de un club social y deportivo, muchos de los que la consultan son socios. Los socios, se sabe, buscan servicios. La mayor parte de los socios que buscan servicios buscan novelas pasatistas que no les hagan pensar ni esforzarse.

Volviendo al asunto de los saldos, es fácil apreciar que en un mundo en el que se publican 1.000.000 de títulos anuales y un lector tiempo completo podría llegar a leer un máximo de 200 libros anuales (según Zaid, G. en Los demasiados libros, Anagrama, Barcelona, 1996) hay una excesiva oferta para una demanda minúscula en términos comparativos.
Es una realidad que cada vez se publican más libros y al mismo tiempo se pierden más lectores. Entonces, la oferta excesiva choca con la demanda escasa y tenemos que un montón de libros interesantes caen en la mesa de saldo porque la gente no tiene tiempo de leerlos, o no le llegan referencias del mismo o ante la decisión de gastar plata en un libro apuesta por algo conocido antes que por algo nuevo o por fallas en el márketing editorial…

El saldo entonces es la liquidación de esos libros por parte de las editoriales que prefieren vender el excedente de producción a un 1% (aproximadamente) del valor de cambio del producto (en condiciones de venta de librería) antes que seguir gastando en el mantenimiento de libros invendibles en depósito.
Se dice en el ambiente que los libros en saldo atestiguan los fracasos de los editores, pero me parece que esa concepción no es del todo justa.
Creo que la caída en saldo implica varios errores u omisiones. Y creo también que los libros que caen en saldo son invariablemente, lo de las grandes editoriales (que además tienen una avidez increíble por saldar sus libros. Pasados dos años aproximadamente saldan todo lo que tienen).

Dice Héctor Yánover acerca de las posibilidades de venta de un libro (Memorias de un librero, De la Flor, Buenos Aires, 1986):

… hay que tener muchos amigos en los medios de difusión: diarios, revistas, radios y televisoras para que le den una manito, le hagan una gauchada, metan un chivo. Y hay que tener amigos escritores que sean jurados y le tiren algún premio. Y amigos libreros que los pongan en las listas de best-sellers y lo exhiban en una mesa y en la vidriera…
(p.124)
Para vender un libro hace falta un márketing mucho más integral y como es evidente que debido a la cantidad de títulos que publican las grandes editoriales por mes no hay plata para tanto, los libros terminan cayendo en un triste olvido que es pasaje directo a la Calle Corrientes.
La calle menos glamorosa para un escritor editado.

Pero en contraposición con las grandes editoriales, tenemos a las pequeñas editoriales que son tan pequeñas que necesariamente requieren especializarse en un público específico. Esto es porque no tienen los medios para editar un catálogo tan amplio y porque encontraron en la especialización, el secreto de nuestros tiempos.
Tiradas reducidas no solo es una cuestión de menores costos sino una cuestión de ventas: es más fácil vender 500 ejemplares que 3000.

Pero además de las decisiones desacertadas del márketing editorial (que se dedica a promocionar los títulos que tienen pasta de best-seller y con eso soportan los lujos que se dan los editores al editar los libros que realmente quieren editar) hay campañas mal encaradas.

Tomemos el caso de Delivery, la novela de A. Parisi que está en saldo y reseñaré en breve.
La novela es excelente, es de las mejores novelas de un escritor argentino de la joven guardia que se haya editado y además salió por Sudamericana. Lo mismo puede decirse de Cómo desaparecer completamente de M.Enriquez, editado por Emecé.
El primero se consigue a $6 y el segundo a $10.
¿Es justo este destino? Seguro que no, pero lo que falló ahí, me parece, es la posibilidad por parte de las mismas editoriales de impulsar campañas de prensa que hablen de la renovación de la Literatura argentina.

Las editoriales que mueven la guita prefieren promocionar el nuevo adefesio reaccionario de Marcos Aguinis que apostar a generar un público lector para toda una literatura en ebullición que está produciendo mucho y de calidad (variable, pero buena en general).

Esas apuestas cortoplacistas de la ganancia inmediata llevan indefectiblemente a la pérdida: pérdida de lectores, pérdida de posibilidades con libros editados que terminan en saldo porque nadie se siente motivado a apostar por un escritor joven argentino.
Lo más irónico es que la literatura argentina contemporánea queda relegada al lugar de lo no-mainstream y se genera un nicho de mercado que es el que está sabiendo aprovechar la revolución llamada Editorial Entropía.

Entropía publica algunos de los mejores libros de literatura argentina contemporánea, apuesta a la calidad, el diseño, el precio, la selección y los nombres poco difundidos. Y gana.
¿Gana dónde? Gana en ese nicho de mercado que somos nosotros: lectores obstinados, estudiantes de humanidades, apostadores a una nueva narrativa, gente que ha logrado superar sus prejuicios (hasta hace un año y pico sólo leía literatura francesa y norteamericana), intelectualoides de blog, gente que asiste a lecturas, etc.

La pregunta bastante obvia que queda es: ¿Qué va a hacer Sudamericana cuando Marcos Aguinis se muera o se agote su reseca imaginación? ¿Qué libros va a editar?
Las grandes editoriales argentinas que supieron tener gloria hace 50 años fueron vendidas a grupos extranjeros y sus patrimonios e identidades saqueadas nos regalan ahora, literatura traducida por españoles apenas alfabetos que entienden que para traducir basta con saber leer en otro idioma.
Paradójicamente, la paradoja final podría decirse, hay gente como yo que cree que aunque sea poco, aunque sea recomendándole a una señora en la Biblioteca que lleve un libro de Fernanda García Lao antes que el último de Jorge Lanata, aunque sea reseñando libros buenos de escritores argentinos jóvenes de saldo o no en blogs y revistas especializadas, todavía puede hacer que mucha gente rompa sus prejuicios, se sumerja en una literatura que la va a sorprender, que guste de ella y que la próxima vez, en una librería, pueda elegir con mayor libertad y menor temor a la apuesta sobre qué libro comprar.
Y le estaremos haciendo el trabajo sucio, el trabajo duro a las grandes editoriales y sus gerentes de márketing que entienden de esto, menos que yo.
Pero al menos habremos apostado por abrir el mercado, dejar salir nuevas expresiones y dejarnos llevar por la agradable sorpresa del sabor de la buena literatura.

Y ahora sí, más libros de saldo:

1) Milenio negro de J.G. Ballard

Precio:
$14
Edición: Minotauro
Lugar: Librería Lucas (Corrientes 1247)

Razón por l
a cual debería adquirirse/comentario:
Durante años anhelé el tercer tomo de la trilogía compuesta por Noches de cocaína, Super-Cannes y éste título.
Sin embargo, el precio abultado del ejemplar me mantuvo un tanto alejado de la c
ompra, prefiriendo siempre algún otro libro de lectura más urgente (considérese que todavía no leí Super-Cannes).
La oportunidad de completar la trilogía se presenta ahora accesible para cualquier bolsillo considerando que los tres libros se consiguen de saldo.
Respecto de este tercer tomo, Ballard analiza nuevamente el tema de la Revolución de la clase media y mezcla terroristas pone-bombas en los subtes de Londres (Oops! He did it again!) y otros ejemplo de puro material Ballard de New Wave Sci-Fi.
En serio, no dejen de aprovechar esta oferta ya que el libro se puede leer tranquilamente por separado de la trilogía (que es temática; no de personajes y situaciones).


2) Cómo hacer el amor igual que una estrella del porno de Jenna Jameson

Precio: $12
Edición: Mr. Ediciones
Lugar: Librería Dickens (Corrientes 1375)

Razón por la cual debería adquirirse/comentario:
La oportunidad de tener la autobiografía de la mayor estrella Porno de los años ´90 siempre había sido otra de esas ofertas tentadoras que un precio demasiado elevado me había llevado a rechazar. En última instancia soy víctima de los ´90 y el exceso de siliconas al estilo PamAn(derson) me desencantó como a unos cuantos que ahora preferimos el porno amateur.
De todos modos, el libraco que incluye fotos blanco y negro y color, que llena sus páginas con dibujos, cuadros, chistes y caricaturas, seduce desde la tapa con un retratode Jenna e
n sus años-pre anorexia ataviada al estilo Marilyn. Una oferta que por el precio del libro no se puede rechazar. Nuevamente, el grosor del volumen sumado al papel ilustración de su interior convierten al objeto más caro para ser vendido como papel que el precio de tapa. Bueno, eso es relativo pero ilustra a lo que me quiero referir.
De última… ¡es Jenna Jameson! ¿Qué persona ilustrada en Pop sería uno si no conociera algunos datos de la vida de la rubia?


3)
El cartero llama dos veces de James M. Cain

Precio: $10
Edición: Emecé
Lugar: Librería Dickens (Corrientes 1375)

Razón por l
a cual debería adquirirse/comentario:
¿Dije antes que los libros que no venden van a saldo? Es cierto. Ahora, resulta que hay algo muy curioso: Emecé saldó la reedición de la colección “El séptimo círculo” (novelas policiales seleccionadas y editadas por Borges y Bioy Casares) razón por la cual conseguí este clásico genial (la trama es perfecta, la narración es fuerte: pausada y al mismo tiempo llena de acción; como si el narrador se detuviera en detalles para luego soltarte de golpe un par de parrafadas que hacen que todo lo que te parecía excesivo cobre especial sentido y la forma en que se intercalan los elementos, construyendo una especie de sátira del policial clásico dentro del policial negro es una de las cosas más deliciosas que leí en policiales).
Resulta que el otro día entro en el Cúspide de Santa Fe y Callao (a buscar mi ejemplar de “Mientras escribo” de Stephen King, el cual cambié, para disgusto de los vendedores que lo habían hecho traer de otro local especialmente para mí, con mis puntos de la tarjeta Cúspide) y veo que ¡Emecé reeditó los mismos libros que saldó!
Con una nueva tapa y un estilo, a decir verdad, mucho más atractivo, la editorial reeditó algunos policiales clásicos de la escuela hard-boiled: El sueño eterno y La mujer en el lago de Chandler y Pacto de sangre y El cartero llama dos veces de Cain en esta nueva colección. Lo que me parece habla de lo que decía: a veces se trata de una cuestión de mero márketing. En este caso, el cambio en el diseño de tapa, con colores fluor fuerte y tipografía manuscrita, hace creer a los editores de Emecé que podrán vender lo que no pudieron vender con un diseño más tradicional y tranquilo.
Como quedó dicho, el libro es impresionante y vale la pena.



4) Modelo de conducta de Ian McInerney

Precio: $12
Edición: Ediciones B
Lugar: Librería Libertador (Corrientes 1318)

Razón por la cual debería adquirirse/comentario:
Llegué a McInerney wikipediando acerca de Bret Easton Ellis. Ahí decía que BEE pertenece a un grupo de escritores que la prensa yanqui llamó “Brat Pack” (jugando con el célebre “Rat Pack” de Hemingway y otros) junto con, entre otros, McInerney.

Desde ese momento hice lo siguiente:
- Me compré por Amazon una de sus novelas
(Story of my life)
- Me compré usado otra de sus novelas (Luces de neón)
- Conseguí esta novela de saldo.

Por lo que estuve hojeando pinta muy bien: típica novela de merca, chicas lindas y familias disfuncionales en una gran ciudad yanqui, etc.
El estilo de escritura es muy divertido; el tipo suele experimentar (la novela…… que me compré está escrita en 2da persona, como si fuese un Elige tu propia aventura) y en ese sentido el libro promete.
Además, es uno de los libros recomendados por el blog de un fan de BEE (notanexit.com) lo cual, es para cualquier fan del autor de American Psycho, una lectura más que obligada.


5) La soledad del manager
de M.Vázquez Montalbán


Precio: $12
Edición: Planeta
Lugar: Librería Lucas (Corrientes 1247)

Razón por la cual debería adquirirse/comentario:
Debo reconocer que siempre tuve un prejuicio inexplicable por MVB. Quizás el hecho de saberlo escritor español (un sustantivo y un gentilicio que, en mi mente cerrada y estructurada, no encuentran posibilidad de unión sintagmática). Hace poco leí una nota laudatoria en la revista amiga Juguetes Rabiosos y cuando vi el ejemplar, no pude evitar comprármelo (hay otros títulos).
Por lo que vi es una de las primeras novelas del ciclo Carvalho que escribió MVB y una de las mejores.
La idea de un policial español con un detective gourmet, perdedor y panzón (me hace pensar en Ignatius Reilley) es bastante extraña, pero si a la suma le agregamos época franquista, la mezcla empieza a tomar color.
Para los fans de MVB entonces, nada más que contarles que se consiguen sus libros de saldo. Para los que todavía no lo hemos degustado, una perfecta posibilidad.


7
) El esclavo de I.B.Singer

Precio: $10
Edición: Ediciones B
Lugar: Librería Edipo (Corrientes 1647)

Razón por la cual debería adquirirse/comentario:
Esta novela clásica del escritor judeo-americano es al mismo tiempo, una de sus más potentes narraciones.
Narrando la vida de un campesino pobre y judío de Europa oriental, víctima de una razzia rusa y condenado a la esclavitud en casa de una familia hacendada, el relato se inscribe como “una novela muy judía” según mi compañera de laburo en la biblioteca.
La edición es preciosa (solamente la tapa del libro es precioso) y si bien la edición es traducción del inglés (la novela fue originalmente publicada en Idisch), para ser una primera aproximación a la narrativa de este hermano Singer y por el precio, suena a la posibilidad perfecta para darle una chance.


8)
Limbo de Bernard Wolfe

Precio: $20
Edición: Minotauro (tapa dura)
Lugar: Librería Dickens

Razón por la cual debería adquirirse/comentario:
No conozco a este autor de Sci-Fi pero con tan solo leer la contratapa me convencí de que este libro merece, sin lugar a dudas, estar en mi pequeña biblioteca de géneros bajos (policial, sci-fi y cómic). Esto fue porque al ver que la novela estructura el diario privado de un doctor en el que reflexiona acerca de la crueldad indescriptible de la Guerra, la criogenización o suspensión en el tiempo del doctor y su despertar en una sociedad que basándose en su diario privado y sus anotaciones ha decidido reemplazar la extremidades corporales de toda la humanidad por implantes biónicos como medio de evitar la violencia intrínseca del Ser Humano y así evitar futuras guerras como la que describía el buen doctor en su diario, no pude evitar la certeza de saberme ante un libro que promete ser más que interesante.
Digo…Cyborgs, Cyberpunk y la promesa de una elección muy, muy equivocada que no sólo no traerá la felicidad y la paz a los seres humanos sino, presumo, todo lo contrario (no sería una puta novela si todo saliera perfectamente bien. O sería una puta novela muy aburrida) me convencieron así, casi sin pensarlo dos veces, que Limbo debe ser una novela de puta madre.
Todavía no la pude leer, pero sí hojearla y al comprobar los distintos soportes a los que recurre el autor para sobrellevar su construcción (he visto unos dibujos más que interesantes, cuadros sinópticos, etc.) me fueron dando más y más ganas de echarle las garras, cosa que haré, sin dudas, apenas mis otras lecturas me den la oportunidad.
Sale 20 mangos, es de tapa dura (viene con sobrecubierta muy linda y todo), es de Minotauro y
creo que debe ser una de las mejores elecciones de toda la selección de esta vez.

6 comentarios:

santiago gerchunoff dijo...

Sobre todo "El esclavo". Joya

Giorgio Novalgina dijo...

Gracias.

Mi elección es el de Jay McInerney, obvio. Aunque no conozco al autor y estoy seguro q con ese nombre y esa tapa, jamás me hubiera detenido ni a hojearlo.

El otro dia entre a algunas librerias de Corrientes y me fijé si estaba Delivery, pero no lo vi.

Lo q si vi fue uno de Ellroy de esa colección super berreta, pero muy barata de El Periódico q editó también American Psycho (en una traducción q no es mala, eh).

utyman dijo...

McInerney es amigo de BEE. De hecho, aparece como personaje en Lunar Park. Leí Bright Lights, Big City, que también está escrita en segunda persona (por ahí es una traduccíón heteredoxa), y me parece superior, pace Rufián, a "menos que cero". Es la única novela que encontré en internet. Puede ser que hayan visto la adaptación en la que trabajaba Michael Fox. Los Brat Park literarios comparten rótulo con los Brat Park actorcitos, de las películos de Hughes (Breakfast club, pretty in pink). Bue, la década del ochenta está de moda. Eso me pone muy contento. La patria es la infancia, je.

ajsoifer dijo...

Giorgio: Ya sabés, todo lo hago por vos. Te debo todo. Como dice una línea magistral de la primera novela de Pablo Ramos: "Para los amigos todos y para los enemigos, ÉSTA!"

utyman: Lo que decís de que hay un libro mejor que Menos que cero de gente de esta generación me cuesta creerlo, pero será cuestión de comprobarlo. Ya veremos.

lenguaviperina dijo...

Grosso, Rufián: gran post: empiezo a convencerme de que lo tuyo -donde sos sólido y además el formato funciona- es cuando hablás de libros; de libros -de una información útil y/o interesante/lucida que no está en ningún lado más, funciona con vaselina; un post de igual formato/extensión sobre Cristina K (tema que abunda en casi todo medio de comunicación de cualquier forma y formato) me parece que no tanto. Pero salud, por los posts buenos, que cuando son buenos... agárrense!

ajsoifer dijo...

Gracias Linne por el comentario.
Lo del post sobre KFC no es sólamente sobre ella, es un pedacito nada más.
Igual, esperá a leer mi literatura que todavía no viste... ahí se viene lo bueno.