Noches de cocaína

Acaso las cosas resueltas en la vida, todo aquello que aparenta estar bien, en orden, toda esa artificiosa calma, esa paz que siempre se añora, siemrpe se busca, en definitiva, el ideal utópico de una sociedad perfecta, estable, calma y pacífica sea una pesadilla de sedantes.
Pensaba en todas las situaciones en las que buscamos una paz duradera. Y pensaba que es una de las peores cosas que nos pueden pasar.
La paz es sinónimo de muerte. Todo aquello que se mantiene calmo, que no tiene aristas, que no muestra una dificultad, un reto, todo ello es el equivalente a sedarnos con Valium o morfina o lo que sea.
A grandes rasgos hay una teoría así entremezclada con la trama de "Noches de cocaína" de J.G. Ballard.
"Estrella de Mar" es una residencia para ricos en la Costa del Sol española. Un lugar en dónde pareciera que todo está controlado y hecho para satisfacer a sus habitantes. Algo así como un barrio privado de hiper lujo donde no existe el delito ni ningún "mal social".
El problema es que la gente se aburre y vive sedada, encerrada en sus casas, lobotomizadas con la televisión y los sedantes.
Entonces alguien descubre por casualidad que estimulando el crimen, las violaciones y los homicidos grandiosos, la gente despierta de su letargo y vive.
No pienso analizar el libro, simplemente quedarme con esa burda y tosca materia a raíz de la cuál se desarrolla la trama.
Es cierto si lo pensamos. Vivir de seguridades (seguridad de que tu pareja te ama, seguridad de que vas a triunfar siempre, seguridad de que tu mamá va a vivir para siempre jamás) es una conducta psicótica.
Me acuerdo que la "Hija de puta que me robó la inocencia" me decía que ella hubiese jurado su vida a que nunca iba a reprobar una materia. La pelotuda reprobó un final de Literatura Argentina I y estuvo como un año entero sin atreverse a rendir ninguna materia, encerrada en su casa estudiando.
La seguridad psicótica, despedazada. Esa es la pregunta interesante para hacerse.
Que todo tienda al caos y a la destrucción y el gasto de energía improductivo es algo que ya discutí en este blog y además es la fucking segunda ley de la termodinámica. Va más allá de nuestra voluntad humana. Es la física estúpido!
La guerra como expansión de esa destrucción inútil es definitivamente inevitable. A veces, es necesario grandes plotach en los que la humanidad sacrifique sus valores para poder volver a recomenzar. Como el bosque que crece en la ceniza volcánica.
Para que algo nuevo surga, antes tiene que morir algo.
Es por eso que me causa tanta gracia toda esa ingenuidad política que habla de la Democracia como valor primordial y que la humanidad no necesita de las guerras ni la destrucción para poder evolucionar.
La Democracia es una mentira servil a clases favorecidas que explotan a otros. ¿Acaso la muerte de toda la basura social que el sistema produce no es un crimen?
El otro día leía en un diario sionista una queja amarga (como siempre) acerca de la situación política actual en la que, indudablemente, se culpaba a Europa y los países árabes de no hacer nada por Israel y dejar que Irán prosperara con su plan nuclear poniendo en peligro al pacífico pueblo de Israel. Lo que es una gran mentira si tenemos en cuenta que de pacífico no tiene ni Israel ni nadie. Todos tenemos esa pulsión de muerte, el llamado de Tánatos, la llama de la destrucción en lo más profundo de la necesidad física humana.
¿Irán puede decir que el Holocausto no existió pero si un occidental hace un dibujo de Mahoma entonces merece morir?
No me malentiendan. No estoy a favor del Imperio, ni de los totalitarismos. Sencillamente, no hay soluciones. Sencillamente el ser humano es un virus que se contagia a sí mismo y se destruye periódicamente. La vida es lo mismo. Es ese vértigo de subidas y bajadas. Prefiero vivir sabiendo que hay vértigo que morir sedado.
Otro libro que estoy leyendo: "American Psycho" de Easton Ellis. Pat Bateman, yuppie glamoroso, obscentamente rico. Su vida es aburrida. Sólo el homicidio y el descuartizamiento lo distraen. La mancha de sangre sobre su ropa Armani le dan la certeza de que está vivo.
Alguien me contaba que había acabado encima de los glúteos de una mina que se cogió. Y que apenas lo hizo fue a buscar papel higénico para limpiarla de modo que si ella se quería acostar boca arriba, no le manchase las sábanas nuevas. Eso no está bien. En la vida hay que mancharse.
Como dice un poema que voy a reporducir a continuación: "la paz permanente de la vida, es la paz permanente de la muerte".
Y ahora sí. El poema:

Abraza la oscuridad

La confusión es el dios
la locura es el dios
la paz permanente de la vida
es la paz permanente de la muerte.
La agonía puede matar
o puede sustentar la vida
pero la paz es siempre horrible
la paz es la peor cosa
caminando
hablando
sonriendo
pareciendo ser.
no olvides las aceras,
las putas,
la traición,
el gusano en la manzana,
los bares, las cárceles
los suicidios de los amantes.
aquí en Estados Unidos
hemos asesinado a un presidente y a su hermano,
otro presidente ha tenido que dejar el cargo.
La gente que cree en la política
es como la gente que cree en dios:
sorben aire con pajitas
torcidas
no hay dios
no hay política
no hay paz
no hay amor
no hay control
no hay planes
mantente alejado de dios
permanece angustiado
deslízate.

Charles Bukowski (¿Quién más si no?)